Con una profunda reflexión sobre el rol espiritual de los conductores y su labor diaria, el padre Robinson Royero presidió la misa en honor a la Virgen del Carmen en la sede de la empresa Sotracor S.A., en el marco de la tradicional celebración católica del 16 de julio.
“Transportamos la bendición de Dios todos los días”, expresó el sacerdote durante su homilía, destacando que más allá del acto simbólico de bendecir los vehículos, lo verdaderamente importante es bendecir al ser humano que los conduce. El mensaje tocó los corazones de trabajadores, conductores y demás asistentes, quienes participaron con fervor en la serenata, el rezo del Santo Rosario y la eucaristía.
Royero recordó que la Virgen María quiere que reconozcamos el poder de Dios en medio de nuestras jornadas y que, como el profeta Elías, cada creyente debe ser testimonio de fe y valentía frente a las dificultades. “No hay que tener miedo, independientemente de cuáles sean mis oponentes”, señaló, citando también pasajes bíblicos como Isaías 21,10 y los salmos 127, 124 y 144, para inspirar confianza en la protección divina.
Además, invitó a analizar la realidad del transporte en Montería y ver esta festividad como un momento para reflexionar sobre la movilidad, la seguridad vial y el respeto a la vida en las calles, temas que también deben estar al centro del compromiso cristiano.
La jornada en Sotracor fue más que un acto religioso; fue un testimonio de fe colectiva, una expresión de gratitud y una reafirmación del compromiso espiritual de quienes a diario mueven a Montería sobre ruedas.
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