El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó un decreto que impone aranceles adicionales del 50% a las importaciones provenientes de Brasil. La decisión fue anunciada por la Casa Blanca y está acompañada de fuertes acusaciones contra el gobierno brasileño, al que señalan de violar derechos humanos por la supuesta persecución política contra el expresidente Jair Bolsonaro y sus seguidores.
Aranceles a Brasil
Washington argumentó que miembros del gobierno brasileño han actuado de manera “tiránica y arbitraria” contra empresas estadounidenses, obligándolas a entregar datos confidenciales, modificar sus políticas de contenido y expulsar usuarios de sus plataformas. La administración Trump considera que estas acciones afectan la libertad de expresión y el comercio justo entre ambas naciones.
Además de los aranceles, EE. UU. impuso sanciones económicas contra el juez de la Corte Suprema de Brasil, Alexandre de Moraes, quien lidera el proceso judicial contra Bolsonaro. Estas sanciones generaron una inmediata reacción del gobierno brasileño, que calificó las medidas como un “grave e inaceptable ataque a la soberanía” del país.
“El uso arbitrario e injustificable de sanciones contra un magistrado nacional constituye una intromisión inaceptable en los asuntos internos de Brasil”, expresó Jorge Messias, jefe de la Agencia para la Defensa Legal del Estado (AGU), en un comunicado oficial emitido este miércoles.
Las tensiones diplomáticas entre ambos países se intensifican en un contexto donde la política interna de Brasil y los vínculos ideológicos entre Bolsonaro y Trump juegan un papel clave. Mientras Estados Unidos defiende sus sanciones como una respuesta a supuestas violaciones a los derechos fundamentales, Brasil denuncia un intento de intervención que podría afectar gravemente las relaciones bilaterales.
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