El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció la imposición de aranceles recíprocos a diversas naciones, argumentando que busca equilibrar los impuestos que otros países aplican a los productos estadounidenses. Aunque aseguró que las medidas no serán totalmente equitativas, explicó que en la mayoría de los casos solo cobrará alrededor del 50% de los aranceles que aplican a EE. UU.
Nuevos aranceles de Trump
La decisión generó un fuerte rechazo en la Unión Europea, donde la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, advirtió sobre las graves consecuencias económicas que podrían derivarse de esta política. Según la funcionaria, los aranceles impulsarán el proteccionismo, encarecerán productos esenciales y afectarán el comercio internacional, perjudicando tanto a grandes empresas como a pequeños productores.
Líderes de distintos países reaccionaron ante la medida. Desde el Reino Unido, Canadá, Brasil y Corea del Sur hasta España e Italia, los mandatarios manifestaron su preocupación por el impacto de la guerra comercial y pidieron abrir canales de diálogo con Washington. Algunos, como Canadá y Brasil, han anunciado que tomarán represalias para defender sus economías.
La Unión Europea advirtió que está lista para responder con medidas que protejan sus sectores estratégicos, especialmente el acero y la automoción. Sin embargo, Von der Leyen reiteró que Bruselas sigue abierta a negociar con EE. UU. y evitar un conflicto comercial que podría debilitar aún más la economía global.
Analistas y economistas han alertado sobre los riesgos de esta nueva escalada en las tensiones comerciales. Christine Lagarde, presidenta del Banco Central Europeo, advirtió que la medida no solo afectará a las economías involucradas, sino que podría alterar el comercio global y frenar el crecimiento económico a nivel mundial.
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