Comunicación oficial en modo avión: ¿Desconectada e inalcanzable?

Felipe Sánchez Iregui

Conexión Consciente es una comunidad creada por una iniciativa de Felipe Sánchez Iregui, a la que se suma el diario La Razón —el primer medio de comunicación en hacerlo—, en el marco de su compromiso con la sociedad y dentro de su política de responsabilidad social.*

El Estado no habla; muchas veces susurra en klingon. Como en la famosa serie de televisión The Big Bang Theory, cuando los personajes Sheldon y Leonard lo usan sarcásticamente: un lenguaje que parece incomprensible, técnico, repleto de siglas y frases vacías, inteligible solo para quienes están dentro del sistema.

El klingon no es un idioma real, sino una lengua ficticia creada por el lingüista Marc Okrand en los años ochenta para la saga Star Trek (Viaje a las estrellas), específicamente para representar a los klingon, una raza guerrera y orgullosa de extraterrestres.

Ahora bien, para poner en contexto al lector, imagine este caso hipotético: un ministerio publicó en su página web publica un comunicado de prensa titulado “Avance en indicadores de bienestar multidimensional en zonas priorizadas”.  ¿No es este el klingon oficial en su máxima expresión? Un idioma que suena a progreso, pero que en realidad solo habla para confirmar que se cumplió un trámite.

Los medios tuvieron que descifrar si el título se refería realmente a lo que el ministerio quería comunicar: que, gracias a una política pública, 300 mil niños ya no viven en la pobreza extrema. Los ciudadanos, por su parte, no lo entendieron, no lo compartieron y lo encontraron soso, aburrido, extenso y, para muchos, incomprensible.

Este no es un problema de comunicación: es la manifestación más aguda de su ausencia. Hablamos de una comunicación pública ineficaz, de algo que merecía ser explicado de manera clara y cercana al ciudadano común, y que representaba un logro sin precedentes para un ministerio.

Y detrás de esta opacidad frete a los logros públicos hay un asesino silencioso: el comunicado de prensa oficial. Ese documento que todos envían, nadie lee y nadie recuerda. Ese ritual burocrático que confunde “cumplir con la ley” con “comunicar con sentido”.

La comunicación pública no es un trámite: es un puente que se construye con historias, no con informes; con emociones, no con siglas; con ciudadanos, no con auditores.

Imagine que, en lugar de ese comunicado, hubiera visto un video en el que una madre, en una vereda, frente a la cámara, dijera: “Hace un año, mi hijo no comía dos veces al día. Hoy va a la escuela con desayuno. Gracias a esa política… que ni siquiera sabía que existía”.

¿Lo compartiría? Claro que sí. Porque lo que conmueve, se recuerda. Y lo que se recuerda, se defiende.

Entonces, ¿cómo crear tácticas novedosas de comunicación asertiva, en lenguaje claro, incluso de manera disruptiva?

Pues bien, en Conexión Consciente queremos precisamente que los funcionarios y las entidades, cuando divulguen información, conecten de verdad con la audiencia: con los medios, con los ciudadanos, con otras entidades públicas y con sus propios funcionarios. ¿A través de qué estrategias? ¿Cómo hacerlo? Aquí se lo contamos.

* Conexión Consciente es una comunidad a la que lo invitamos a sumarse y que tiene un objetivo claro: inspirar a las personas a reflexionar sobre cómo implementar procesos de comunicación asertiva y el uso adecuado de las redes sociales, para fomentar un uso más responsable, empático y positivo del entorno digital.

No se trata de desconectarnos, sino de conectarnos mejor: con nosotros mismos, con los demás y con el impacto que generamos con cada publicación, comentario o like.

Se trata de usar las redes y la comunicación de hoy no solo para mostrar, sino también para escuchar; no solo para consumir, sino para contribuir. Transformando el espacio digital en un lugar más humano, respetuoso y constructivo.

  


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