Esta aparición marca la primera imagen pública del papa tras un mes de hospitalización, después de varios días sin que se emitieran nuevos partes médicos.
El sumo pontífice, ingresado hace 30 días en el Policlínico Gemelli de Roma por una neumonía bilateral y complicaciones respiratorias, hizo su primera aparición pública este domingo 16 de marzo, ofreciendo una señal de esperanza para su recuperación. Durante su breve intervención, el papa Francisco celebró la Santa Misa en la capilla de su apartamento en el décimo piso del hospital, mostrando un semblante sereno mientras sostenía un Cristo en sus manos.
El Vaticano difundió un comunicado en el que se explicó que “las condiciones clínicas del Santo Padre se mantienen estables, confirmando la evolución destacada en la última semana”. Asimismo, se indicó que la terapia de oxígeno de alto flujo continúa, aunque la necesidad de ventilación mecánica no invasiva durante la noche se está reduciendo de manera progresiva. A pesar de estos avances, el papa sigue requiriendo tratamiento hospitalario, fisioterapia motora y respiratoria, lo que demuestra que su recuperación aún está en curso.
Esta aparición marca la primera imagen pública del papa tras un mes de hospitalización, después de varios días sin que se emitieran nuevos partes médicos. Hasta el pasado 6 de marzo, el pontífice solo había sido escuchado a través de un mensaje en el que agradecía a los fieles que rezan cada noche por su pronta recuperación en la Plaza de San Pedro. La reciente misa, aunque íntima y de bajo perfil, ha sido recibida con entusiasmo por la comunidad católica, que ve en ella una muestra de resiliencia y fe en tiempos difíciles.
El papa Francisco, de 88 años, ha enfrentado estos problemas de salud sin perder la convicción y el compromiso de su misión pastoral. Su mensaje durante la misa resaltó la importancia de la unidad y la esperanza, afirmando que “aunque nuestro físico esté débil, nada puede impedirnos amar, rezar y estar los unos para los otros”. Con estas palabras, el pontífice invitó a los fieles a mantenerse firmes en la fe y a orar por la paz, especialmente en los países afectados por conflictos.
La aparición del papa en el hospital Gemelli, junto a la actualización de su estado clínico, representa un rayo de luz para el mundo católico, que sigue de cerca su evolución médica y continúa enviando oraciones para su completa recuperación.
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