Familiares de asesinados por el exjefe paramilitar reclaman su regreso a Colombia para responder por más de 1,500 víctimas.
Familiares de víctimas de alias ‘Don Berna’ piden que regrese a Colombia y pague por sus crímenes

Familiares de víctimas del exjefe paramilitar Diego Murillo Bejarano, conocido como “Don Berna”, intensificaron sus reclamos para que el sistema judicial colombiano actúe frente a la prolongada impunidad, reseña el diario El Espectador.
Mientras el Tribunal Superior de Medellín decidió mantenerlo bajo el sistema de Justicia Transicional, las víctimas solicitan que la Corte Suprema agilice el estudio de un recurso presentado por la Fiscalía que busca excluirlo definitivamente de este mecanismo legal.
El exlíder paramilitar permanece en territorio estadounidense desde su extradición en mayo de 2008, completando más de dos décadas fuera del país. Durante un testimonio en 2013, Murillo Bejarano admitió su responsabilidad en el homicidio de 93 personas entre 1997 y 2005 en Medellín. No obstante, las investigaciones fiscales indican que el número real de víctimas podría exceder las 1,500 personas.
Entre los casos más representativos atribuidos a “Don Berna” destaca el homicidio de los defensores de Derechos Humanos Mario Calderón y Elsa Alvarado, perpetrado el 19 de mayo de 1997 en Bogotá. Este crimen, que también costó la vida de Carlos Alvarado, progenitor de Elsa, cumplirá 28 años en mayo próximo sin resolución judicial completa contra los autores intelectuales.
Las víctimas reconocidas por el excomandante de los bloques Cacique Nutibara y Héroes de Granada comprenden 21 menores y 12 funcionarios del CTI de la Fiscalía de Medellín, asesinados durante el periodo 1997-1999. La Fiscalía también le imputó delitos como desaparición forzada, desplazamiento, reclutamiento ilícito y violencia basada en género.
En Córdoba, Murillo Bejarano fue señalado como autor intelectual del asesinato del diputado Orlando Benítez Palencia, padre del exgobernador Orlando Benítez Mora, crimen ejecutado durante las conversaciones de paz en Santa Fe de Ralito.
Los allegados de las víctimas insisten que, aunque imposible recuperar las vidas perdidas, el exjefe paramilitar debe retornar al país para enfrentar la justicia colombiana y someterse a un proceso de reparación por los daños ocasionados durante su actividad criminal.
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