El presidente de la Corte Constitucional, Jorge Enrique Ibáñez, destacó el carácter consensuado de la Constitución de 1991 en su 34° aniversario, enfatizando que “no fue el producto de la imposición de una persona o un grupo de personas, como sucedió con otras constituciones del siglo 19, sino que fue el producto de un acuerdo político entre las distintas fuerzas sociales”.
Ibáñez recordó su participación directa en el proceso constituyente, detallando la composición plural de la Asamblea: “Hubo 19 de 25 liberales, 11 de salvación nacional, 5 del partido social conservador, autoconservadores independientes, grupos religiosos indígenas y determinados movimientos”, incluyendo la Unión Patriótica con dos constituyentes.
El magistrado resaltó que la Carta Magna “fue un acuerdo consensuado entre las distintas fuerzas que representaban a toda la sociedad” y recordó que previo a la Asamblea “se convocó a por lo menos 10.000 mesas de trabajo que funcionaron en todo el país, de donde salieron distintas propuestas que luego se vieron reflejadas en la Constitución Política de 1991″.
Sobre la actualidad del país, Ibáñez reconoció la presencia del crimen organizado como “una realidad” que requiere respuesta de “las autoridades, tanto administrativas como judiciales”, refiriéndose al llamado presidencial para enfrentar “estructuras criminales de alto impacto que siguen afectando los derechos de la sociedad”.
El presidente de la Corte concluyó que la Constitución sigue siendo “viviente” gracias al desarrollo legislativo y jurisprudencial que la mantiene vigente.
