Durante la sesión, algunos familiares expresaron haber perdonado a los hermanos y pidieron su liberación.
Erik Menéndez, uno de los dos hermanos condenados en 1996 por el asesinato de sus padres en Beverly Hills, no obtuvo la libertad condicional durante la audiencia celebrada este jueves en California. La comisión judicial determinó que el hombre de 54 años no es apto para la excarcelación y fijó un nuevo plazo de tres años antes de revisar nuevamente su caso.
La diligencia, realizada a puerta cerrada, se extendió por más de diez horas y contó con la participación de víctimas, familiares y miembros de la comisión de libertad condicional del Departamento de Correcciones y Rehabilitación de California. Erik intervino por videoconferencia desde la prisión de San Diego, donde permanece recluido junto a su hermano Lyle.
Durante la sesión, algunos familiares expresaron haber perdonado a los hermanos y pidieron su liberación, mientras que otros miembros de la comisión señalaron que, aunque reconocen avances en el comportamiento de Erik, el crimen cometido sigue siendo de extrema gravedad. El comisionado Robert Barton lo calificó como “un caso trágico” y subrayó que el perdón no garantiza la idoneidad para recuperar la libertad.
El caso Menéndez continúa siendo uno de los más mediáticos en la historia judicial de Estados Unidos. En 1989, los hermanos asesinaron a su padre, el empresario musical José Menéndez, y a su madre, Mary “Kitty” Menéndez. La brutalidad del crimen, sumada a las acusaciones de abuso intrafamiliar y a los juicios televisados, convirtió el proceso en un fenómeno social y mediático que sigue generando debate más de tres décadas después.
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