El bullpen de Nueva York está en crisis y el mánager debe tomar decisiones drásticas tras los recientes colapsos de Devin Williams Leer
La temporada de los Yankees de Nueva York ha comenzado a tambalearse justo cuando más necesitaban estabilidad. Después de caer en su cuarto partido consecutivo y descender al tercer lugar de la División Este de la Liga Americana, el equipo enfrenta una disyuntiva urgente de redefinir su rol de cada cerrador antes de que sea demasiado tarde.
La gota que derramó el vaso llegó el lunes por la noche cuando Devin Williams volvió a fallar en su labor de cerrador, permitiendo un homerun en la novena entrada al bateador emergente Joc Paderson. Fue su tercer salvamento desperdiciado del ao y su segunda falla consecutiva, su efectividad subió a 5.10, un número preocupante para un lanzador que llegó con expectativas de élite.
Desde su llegada a los Yankees en diciembre de 2024 tras un cambio que envió a Néstor Cortés y Cabeb Durbin a Milwaukee, Devin Williams ha estado lejos de su nivel habitual. Acostumbrado a dominar desde el bullpen, en Nueva York ha sido todo lo contrario con 24 carreras limpias permitidas en tan solo 42.1 entradas, casi igualando las que recibió entre 2022 y 2024 con los Cerveceros en 141 episodios.
Comenzó con números alarmantes en abril, se estabilizó brevemente en junio y volvió a caer en julio. A pesar de su historial, los errores recientes han sido demasiado costosos para un equipo con aspiraciones a playoffs.
En un intento por reforzar el bullpen vulnerable, los Yankees sumaron a David Bernar, Camilo Doval y Jake Bird en el cierre del mercado de cambios, aunque los tres han tenido tropiezos iniciales, Bednar y Doval cuentan con experiencia en situaciones de alta presión y podrían asumir el rol de cerrador de inmediato.
Aaron Boone se encuentra en una decisión delicada pero necesaria, si quiere mantener viva las aspiraciones de octubre, necesita dejar atrás la idea de que Williams puede recuperarse bajo el peso del noveno inning. Reasignarle un rol menos crítico mientras explora alternativas más confiables podría ser el movimiento que salve la temporada.
La responsabilidad ahora cae en Boone que necesita redefinir el cierre de los partidos para evitar revertir la situación en una campaña que se tambalea y de llegar un cambio a tiempo, los Yankees todavía tendrían aspiraciones y control sobre su destino.
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