Un novato, con apenas una temporada en Grandes Ligas, se está convirtiendo en el brazo más confiable del Bronx Leer
En una temporada marcada por altibajos y presión constante en la lucha por el Comodín, los Yankees de Nueva York han encontrado un salvavidas inesperado en Will Warren, un lanzador de apenas 26 años que ha transformado su año de debut en una historia de redención. Tras iniciar con una efectividad preocupante de 7.71, su evolución ha sido notable, en sus últimas 18 aperturas, ha bajado su ERA de 3.94, convirtiéndose en una pieza clave en la rotación.
Su más reciente salida fue una muestra clara de su madurez, retiró a 17 de los primeros 18 bateadores enfrentados y lanzó seis entradas y un tercio con apenas 85 lanzamientos. El mánager Aaron Boone no dudó en elogiarlo:
Creo que ha ganado mucha confianza con lo que ha pasado el año pasado, y ahora se da cuenta de que puede sacar a bateadores realmente buenos con su repertorio
Aunque su nombre no figuraba entre los principales prospectos a inicio del año, Will Warren ha desafiado las expectativas con base en ajustes y consistencia. Una de sus claves ha sido el control, en su última salida no otorgó boletos, una primera vez en su carrera con al menos seis entradas lanzadas y tres hits o menos permitidos.
Más allá de los números, Warren ha demostrado temple cuando el juego aprieta, frente a los Minnesota Twins, supero cuentas de 3-0 en tres ocasiones y logró dominar a los bateadores, incluso permitiendo cuadrangulares solitarios a Byron Buxton y Trevor Larnach sin perder el control del duelo. Su combinación de recta, sinker y cambios de velocidad lo han hecho impredecible para sus rivales.
Con el calendario apretándose y la lucha por el Wild Card de la Liga americana al rojo vivo, Warren ha entregado estabilidad en un momento donde el bullpen y otros brazos titulares han sido inconsistentes. Ya suma 19 aperturas en las que ha permitido tres carreras limpias o menos, una marca que no pasa desapercibida en la franquicia.
El propio Warren reconoce la responsabilidad que él y sus compañeros cargan cada apertura: «Como rotación, nos enorgullece llegar a seis o más cada vez», comentó. Y en su caso lo ha hecho con regularidad, ganándose la confianza del cuerpo técnico.
Si los Yankees logran asegurar su boleto a la postemporada, mucho tendrá que ver con el brazo inesperado que ha surgido de las sombras del Bronx.
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