El receptor de los Mariners lidera las Grandes Ligas en jonrones y va camino a romper marcas que parecían intocables, incluida la histórica del Bronx Leer
La temporada 2025 de Cal Raleigh está rompiendo todos los moldes establecidos para un receptor en las Grandes Ligas. Con apenas medio calendario transcurrido, el cátcher de los Seattle Mariners ha encendido las alarmas en todo el béisbol al mostrar una producción de poder nunca antes vista desde su posición. Su bate no solo ha sido el motor ofensivo de los Marineros, sino que lo ha colocado en un territorio reservado para los más grandes cañoneros de la historia.
Raleigh no está siguiendo los pasos de nadie. Está trazando su propio camino con un ritmo demoledor de cuadrangulares que lo proyecta hacia los 63 en la temporada. Esto lo pondría por encima del récord histórico de 62 jonrones en la Liga Americana que Aaron Judge impuso en 2022. Pero lo más impactante es que lo está logrando desde una posición que exige física y mentalmente como pocas: la receptoría.
El impacto de Cal Raleigh no se limita a estadísticas llamativas: está marcando un antes y un después en lo que se espera de un catcher ofensivo. Durante una jornada para el recuerdo en Wrigley Field, el toletero zurdo conectó sus jonrones 28 y 29 del año, rompiendo una marca que Johnny Bench había establecido hace más de medio siglo. Raleigh lo hizo en solo 73 juegos, superando al miembro del Salón de la Fama con una eficacia asombrosa.
Pero la magnitud del logro va más allá del número. Raleigh lidera actualmente a todos los bateadores de MLB en cuadrangulares, superando a figuras consagradas como Shohei Ohtani y el propio Aaron Judge. Es un hito inédito para un receptor y confirma que lo suyo no es una racha pasajera, sino el reflejo de un jugador que ha perfeccionado su enfoque en la caja de bateo.
Lo que distingue a Raleigh no es solo la frecuencia con la que manda la pelota fuera del parque, sino el contexto en el que lo está haciendo. Seattle ha tenido altibajos ofensivos, pero Raleigh se ha erigido como una constante, manteniendo a su equipo en la pelea por la cima del Oeste de la Americana. Su capacidad para producir ante lanzadores de ambos lados del plato y su constancia en juegos de alto impacto (con seis partidos de múltiples jonrones en el año) lo consolidan como un jugador de élite.
Además del poder, su liderazgo silencioso, la resistencia física que requiere su posición y su rendimiento detrás del plato lo colocan como un contendiente legítimo al premio al Jugador Más Valioso. Romper récords está bien; dominar todos los aspectos del juego, desde la receptoría, es lo que lo eleva a una nueva categoría.
Cada vez que Cal Raleigh conecta un jonrón, no solo suma a su cuenta personal: desafía la historia y redefine lo que creíamos posible. Si logra sostener el paso y alcanzar los 63 o más cuadrangulares, no solo superará a Judge, sino que lo hará desde una posición que históricamente ha priorizado la defensa sobre la ofensiva.
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