El japonés se convirtió en el jugador más rápido en alcanzar los 250 jonrones y 150 bases robadas, superando la marca que ostentaba Alex Rodríguez Leer
Shohei Ohtani continúa marcando el paso en las Grandes Ligas, esta vez con un registro que añade otra dimensión a su ya destacada carrera. El jugador japonés alcanzó una combinación de 250 jonrones y 150 bases robadas en apenas 944 partidos, convirtiéndose en el pelotero que más rápido ha conseguido este doble umbral en la historia de MLB. El récord previo pertenecía a Alex Rodríguez, quien necesitó 977 encuentros para llegar a las mismas cifras.
El dato, recopilado por Elias Sports Bureau, refleja la capacidad de Ohtani para influir tanto con el poder de su bate como con su velocidad en las bases. Lo más llamativo es que lo ha conseguido sin ocupar aún una década completa en la liga y jugando en una única liga (la Americana) desde su llegada a MLB en 2018. En un entorno donde este tipo de logros suelen alcanzarse de forma gradual, su aceleración estadística es notable.
El nuevo hito se registró durante el juego del sábado ante los Gigantes de San Francisco, en el que Ohtani conectó dos cuadrangulares más, alcanzando así los 250 de por vida en las Grandes Ligas. A esto se suman las 156 bases robadas que ha acumulado desde su debut, reflejando un tipo de producción ofensiva poco común en jugadores de su perfil físico.
Este tipo de combinaciones suele estar reservada a jugadores que alternan velocidad y contacto constante, pero Ohtani, un bateador de poder por naturaleza, ha sabido incorporar la agresividad en las bases como parte de su repertorio. Esa dualidad es la que lo diferencia y alimenta su proyección como una figura singular en la MLB contemporánea.
En la temporada 2025, Ohtani no ha lanzado por una lesión en el brazo, pero su presencia como bateador designado con los Dodgers ha sido constante y efectiva. Desde su llegada a la franquicia angelina, su rendimiento ofensivo ha mantenido un nivel alto, cumpliendo con las expectativas que acompañaron su millonario contrato.
La combinación de disciplina en el plato, poder sostenido y riesgo calculado en las bases hace que su influencia no dependa de una sola faceta del juego. Aun sin aportar desde la loma, su impacto en los resultados del equipo sigue siendo significativo.
Alcanzar la cifra de 250 cuadrangulares y 150 robos en menos de 1,000 juegos no es algo común. El promedio histórico para llegar a ese punto suele extenderse por más temporadas, lo que resalta el ritmo y la constancia de Ohtani en ambas categorías. Además, lo ha hecho en una época donde los robos de base han disminuido por tendencias estratégicas, lo que le añade valor al dato
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