El trauma infantil de Alex Rodríguez que marcó para siempre la relación con sus hijos

Alex Rodríguez, exjugador de béisbol y figura mediática, ha compartido recientemente una experiencia profundamente personal que marcó su vida: la ausencia de su padre durante su infancia. Esta vivencia lo llevó a hacer una promesa que ha guiado su papel como padre de sus dos hijas, Natasha y Ella.

A los 10 años, Alex Rodríguez vivió el abandono de su padre, Víctor Manuel Rodríguez Marcano, quien dejó a su familia con la promesa de regresar, algo que nunca ocurrió.

Recuerdo que mi papá me dijo: ‘Me voy, pero volveré?

Alex Rodríguez

Compartió Rodríguez en una entrevista reciente. Este evento dejó una marca indeleble en su vida, generando un vacío que lo acompañó durante años.

Siempre miraba por la ventana de mi habitación esperando a mi papá, y nunca regresó. Eso dejó un gran vacío en mi vida

Alex Rodriguez

Esta experiencia lo llevó a cuestionarse y a enfrentar emociones que ningún niño debería experimentar a esa edad.

Impulsado por esta experiencia, Rodríguez hizo una promesa:

Le prometí a Dios que, si me bendecía con la oportunidad de ser padre, sería el mejor padre del mundo para no fallar como mi padre lo hizo conmigo»

Alex Rodriguez

A pesar de su divorcio de Cynthia Scurtis en 2008, Rodríguez ha mantenido una relación cercana y comprometida con sus hijas. Desde el momento en que se convirtió en padre de Natasha y de Ella, se convirtieron en la prioridad desde el principio.

Rodríguez ha implementado rituales familiares, como desayunos sin dispositivos electrónicos los sábados, para fortalecer la conexión con sus hijas. Sin teléfonos, sin iPads. Solo conectarse y ponernos al día con los sucesos de sus hijas.

Su compromiso con la paternidad ha sido evidente en momentos emotivos, como cuando su hija Natasha partió a la universidad. Debido a que fue complicado verla convertirse en una adulta en tan poco tiempo.

La historia de Alex Rodríguez destaca cómo las experiencias difíciles pueden transformarse en motivación para ser mejores personas. Su dedicación como padre sirve de inspiración para muchos, demostrando que es posible romper ciclos y construir relaciones familiares sólidas y amorosas.

En un mundo donde las figuras públicas a menudo ocultan sus vulnerabilidades, la apertura de Rodríguez sobre su pasado y su compromiso con sus hijas ofrece una perspectiva valiosa sobre la importancia de la paternidad consciente y amorosa