Sin duda, la temporada 2025 se desmorona para los New York Mets, que atraviesan una profunda crisis con solo 3 victorias en sus últimos 17 juegos Leer
Es inevitable para los Mets no entrar en pánico tras su sequía de victorias en las Grandes Ligas

Tristemente, lo que comenzó como una temporada con altas expectativas se ha transformado en una pesadilla para los New York Mets. El equipo neoyorquino ha perdido 14 de sus últimos 17 partidos, cayendo en picada dentro de la División Este de la Liga Nacional.
Los Mets se encuentran dos juegos por detrás de los Philadelphia Phillies y su panorama se torna cada vez más oscuro. La afición, acostumbrada al drama pero también a la esperanza, comienza a perder la paciencia. En el Citi Field, las alarmas ya no solo suenan: retumban con fuerza.
La crisis de los Mets va más allá de los números. A pesar de contar con un roster repleto de talento y experiencia, la consistencia brilla por su ausencia. La ofensiva ha estado apagada en momentos clave, y la rotación de lanzadores, uno de los pilares del equipo, no ha estado a la altura.
Además, las decisiones tácticas desde el banquillo han sido ampliamente criticadas. El manager, tratando de mantener la calma, insiste en que «queda mucha temporada», pero los errores estratégicos y la falta de reacción han encendido aún más la crítica mediática.
El calendario tampoco ayuda. En los próximos días, los Mets enfrentarán a rivales directos dentro de la división, una situación que puede convertirse en un punto de no retorno si las derrotas continúan. La urgencia por resultados inmediatos es más fuerte que nunca.
Aunque estadísticamente los Mets aún están en la pelea por un lugar en la postemporada de la MLB, el margen de error se ha reducido drásticamente. Mientras los Phillies y los Braves siguen sumando, los Mets se hunden sin freno.
Con la fecha límite de cambios en el horizonte, la gerencia se encuentra ante una encrucijada. ¿Reforzar el equipo con un último impulso o comenzar una reestructuración? Las próximas semanas podrían definir no solo el 2025, sino el futuro inmediato de la franquicia.
En medio de la incertidumbre, una cosa está clara: si los Mets no reaccionan ya, el sueño de octubre se les escapará entre los dedos. El béisbol en Nueva York está en crisis, y la única salida es volver a ganar… rápido.
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