El jugador se molestó bastante con una jugada del partido y sus comentarios generaron muchas críticas en redes sociales Leer
Jazz Chisholm Jr., una de las figuras más carismáticas de los New York Yankees, volvió a estar en el centro de la atención durante la victoria de su equipo por 10-2 frente a los Kansas City Royals. Pero esta vez, no fue su desempeño lo que llamó la atención, sino una amenaza directa que lanzó contra un rival, captada por las cámaras del estadio.
El incidente se produjo durante una jugada en la que Chisholm intentó robar la tercera base. El receptor de los Royals, Freddy Fermín, lanzó a la esquina, donde el infielder Maikel García intentó aplicar la etiqueta. Chisholm se deslizó de cabeza y venció el intento, pero en el proceso, el guante de García impactó su casco, que salió volando. En la fricción, el jugador de los Yankees chocó con la espinillera de García, generando su molestia.
Chisholm, bastante molesto con lo sucedido, se dirigió al coach de tercera de los Yankees, Luis Rojas, y pronunció una frase que incendió las redes sociales.
«Te lo voy a decir una vez más… si me etiqueta así otra vez, le voy a partir la p*** cara.»
El momento fue transmitido en vivo y luego reproducido en múltiples plataformas, generando así una división entre fanáticos. Mientras algunos elogiaron la «pasión» de Chisholm, otros lo acusaron de conducta antideportiva e innecesaria. Las críticas aumentaron cuando se confirmó que la jugada estaba dentro del reglamento y no representó una infracción por parte de García.
El incidente con los Royals no es el primero en el corto plazo. Apenas unas jornadas atrás, Chisholm había generado controversia antes de un juego frente a los Boston Red Sox. En un posteo en su cuenta de X escribió: «¡Creo que debería haber más trash talk en el béisbol! ¿Alguien está de acuerdo? En fin, humo gratis a las 7.»
Ese mensaje fue interpretado como una respuesta directa al lanzador de Boston, Hunter Dobbins, quien había declarado públicamente que preferiría retirarse antes que jugar para los Yankees. Chisholm prometió entonces «traer el humo», aunque en ese juego no tuvo un impacto significativo.
El estilo de Chisholm ha generado tanto seguidores como detractores. Para algunos, es sólo una actitud competitiva que genera ruido porque no es lo habitual en el béisbol. Para otros, sus palabras cruzan límites que ponen en riesgo la imagen profesional del deporte.
No hay dudas de que este tipo de actitudes y comentarios pueden abrir un debate en la MLB y considerar sanciones para quienes crucen los límites. El futuro dirá como continúa este asunto, pero Chisholm está lejos de cambiar.
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