Con la presión aumentando y el rendimiento en duda, Nueva York considera decisiones drásticas para mantenerse en la contienda Leer
Aunque los Yankees de Nueva York siguen en la pelea por los playoffs, las dudas en el rendimiento colectivo del equipo han llevado a la gerencia a considerar movimientos inesperados. Por primera vez en años, Nueva York estaría dispuesto a poner en la mesa a dos de sus bates más sólidos si eso significa reforzar al equipo en áreas críticas.
Las señales comenzaron a notarse tras la reciente derrota 4-2 ante los Rays, un golpe más a la estabilidad del equipo, Según reportes de SNY, los Yankees estarían adoptando una postura de «compradores suaves», abiertos a hacer ajustes sin hipotecar el futuro. Aunque no es común que vendan a su talento en medio de una carrera por la postemporada, esta vez sí consideran opciones que incluyen intercambiar jugadores clave.
De acuerdo con fuentes internas, nombres como Cody Bellinger y Paul Goldschmidt han surgido en conversaciones preliminares, lo que indica que los Yankees están explorando seriamente su valor de mercado. Aunque aún no hay una negociación avanzada, el simple hecho de que se discutan estos nombres refleja una apertura sin precedentes por parte del gerente general Brian Cashman.
Parte de este enfoque se debió al temor de una posible cirugía de codo para Aaron Judge, lo que pudo haber empujado a la directiva a replantear su estrategia. Si bien Judge sigue activo, existe una sensación de urgencia dentro de la organización. Algunos ejecutivos creen que con los ajustes correctos, Nueva York podría llegar a una Serie Mundial en una Liga americana que no luce tan dominante como en años anteriores.
Los Yankkes ya han comenzado a moverse con las incorporaciones de Ryan McMahon y Amed Rosario, sumando profundidad en el infield. Además, el regreso próximo de los relevistas Fernando Cruz y Mark Leiter Jr. daría un impulso en el bullpen. Aún así la franquicia necesita más que pequeñas mejoras y ahí es donde entra el posible sacrificio de piezas importantes en la novena actual.
El gran dilema es que la gerencia no está dispuesta a incluir prospectos como Spencer Jones o Cam Schlittler en ninguna negociación. Por eso, sacriificar a dos de sus bateadores establecidos podría ser la única via para adquirir talento inmediato sin comprometer el futuro del club.
Con el calendario restante accesible y un staff que cree que aún hay margen para competir, el momento de tomar decisiones dificiles está más cerca que nunca. Este podría ser uno de los años más desafiantes de Cashman al frente de los Yankees porque la afición ya no está conforme con los resultados irregulares del equipo y quedarse sin postemporada o una eliminación temprama podría poner en jaque a la franquicia.
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