El pelotero de la novena campeona de la Serie Mundial está repuesto de su episodio de salud y revela qué fue lo que lo ayudó en el camino Leer
Durante los últimos días, un cuadro complicado de salud aquejó al pelotero de los Dodgers de Los ÁngelesMookie Betts, quien no podía comer ningún alimento sólido, pues no podía retenerlo dentro de su cuerpo, razón por la que se sobrevenían vómitos repentinos y diarreas críticas que le causaron una severa deshidratación.
Por supuesto durante esos días y por su espíritu ganador, Mookie Betts siguió jugando a la pelota, pero con la pérdida de peso y tono muscular, el asunto se tornó complicado, y encima el diagnóstico nunca estuvo claro, aunque muchos dijeron que los de Betts eran síntomas de infección por norovirus. Como cualquier virus éste tiene un periodo de incubación y la enfermedad termina por ceder, pero sus estragos varían de persona a persona.
En el caso de Mookie Betts las consecuencias fueron muy delicadas pues perdió casi 10 kilos en esos días, razón por la que a la luz de los recientes partidos de los Dodgers es increíble cómo se le ve en plena forma, y no parece que hace muy poco se encontrara en medio de semejante berenjenal.
Y más increíble aún es la forma en la que pudo superar su condición y estar tan bien como se le ve ahora.La cura mágica, la llave maestra para que Mookie Betts superara su problema médico no fue ningún medicamento o cura naturista, ninguna terapia convencional o alternativa, fue un producto que se encuentra en cualquier supermercado en Estados Unidos.
Resulta que de los pocos alimentos que Betts se dio cuenta que su cuerpo podía retener, eran los famosos sándwiches Uncrustables, los que vienen rellenos de mermelada y crema de cacahuate, esos que no son recomendados para ninguna dieta sana, pero que encantan a chicos y a grandes.
Por ello, comenzó a comerlos con asiduidad y así lo contó el pelotero en un episodio de su podcast «On Base with Mookie Betts»: «Me encantan los Uncrustables, de verdad, los comí a lo grande… me ayudaron a recuperar mi peso cuando estuve enfermo«, dijo el pelotero, que hoy sabe que no es el único en el beisbol que consume esta bomba de carbohidratos, azúcar, grasas y proteína, que más allá de su sabor ha demostrado ser una ‘cura mágica’, al menos para Mookie.
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