El Papa León XIV tiene su lugar inmortalizado en Rate Field. Los White Sox honran su presencia en el Juego 1 de la Serie Mundial de 2005 con una placa en su asiento. Leer
El béisbol y la fe se cruzan en un homenaje único en la historia de las Grandes Ligas. Los Chicago White Sox han instalado un gráfico conmemorativo en el Estadio Rate Field para honrar al Papa León XIV, nacido en Chicago como Robert Prevost, quien asistió como fanático al Juego 1 de la Serie Mundial de 2005. La placa, ubicada justo en el asiento que ocupó aquel 22 de octubre, celebra su histórica presencia en la victoria 5-3 sobre los Astros de Houston, la primera de una barrida que culminaría con el título.
Este gesto cobra especial relevancia tras la elección de Prevost como Papa el pasado 8 de mayo, convirtiéndose en el primer pontífice estadounidense. La organización de los White Sox destacó que la instalación simboliza tanto las raíces del Papa en la ciudad como «el poder unificador del béisbol en el escenario global».
La imagen del entonces «Padre Bob» fue captada por las cámaras de FOX durante la parte alta de la novena entrada del histórico encuentro, sin que nadie imaginara que ese rostro en las gradas sería, dos décadas después, líder de la Iglesia Católica. Prevost asistió al juego junto a Ed Schmit, un viejo amigo y abonado del equipo, con quien compartía labores educativas en una escuela católica del South Side. Hoy, el hijo de Schmit mantiene activa la misma cuenta que permitió al futuro Papa estar en la Serie Mundial.
Su hermano, John Prevost, aclaró en recientes entrevistas que Robert siempre fue un apasionado seguidor de los White Sox, desmintiendo versiones que lo ligaban a los Cubs, y destacando el vínculo emocional del nuevo Papa con el equipo que representa la parte más obrera y tradicional de Chicago.
Desde el anuncio del homenaje, la comunidad de fanáticos ha respondido con entusiasmo. Durante el reciente partido frente a los Mariners, varios asistentes se presentaron vestidos como el Papa, generando un ambiente festivo y simbólico en el estadio. En paralelo, la franquicia envió una camiseta personalizada y una gorra oficial al Vaticano, como gesto de reconocimiento.
Curiosamente, un grupo de fans también llevó el tributo al clásico de ciudad contra los Cubs, vistiendo túnicas papales en las gradas del Wrigley Field, pese a que el marcador no acompañó: una dura derrota por 13-3. Aun así, la figura del Papa ha unido a los seguidores en un momento en que el equipo ha tenido altibajos en lo deportivo, pero encuentra en este capítulo un renovado sentido de identidad.
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