Ryan Yarbrough oculta un anillo que todos presumirían, pero sus razones han sido las correctas

En el deporte profesional no sólo es común ver saltos de jugadores en las temporadas bajas, sino obligado, pues se trata de una etapa en la que los equipos buscan a los mejores exponentes para intentar nutrir sus plantillas de cara a un nuevo torneo, pero es mucho menos común que se dé el escenario que recientemente pone un elemento de morbo al reencuentro de los protagonistas de la pasada Serie Mundial en las Ligas Mayores de beisbol.

Y es que luego de lanzar para los Toronto Blue Jays y los Dodgers de Los Ángeles en la pasada temporada, el serpentinero Ryan Yarbrough hoy lo hace para los New York Yankees, tras firmar un contrato por un año y dos millones de dólares. El hecho de haberse parado en la lomita de los angelinos en el curso anterior, le dio a Yarbrough el derecho de poseer un anillo de campeón del Clásico de Otoño.

Los actuales campeones de la MLB no le habían dado al pitcher zurdo ese testigo de su trabajo en el montículo el año pasado, por lo que aprovecharon su presencia en Dodger Stadium para la serie de tres partidos con los Yankees para hacerle entrega del anillo, que apenas dejó ver su brillo antes de que fuera guardado en el casillero, más por decencia con sus actuales compañeros en los Bombarderos.

Los tres partidos que reviven el duelo de la pasada Serie Mundial se abrieron el viernes por la noche en el coloso de Chávez Ravine, donde Los Ángeles Dodgers se impusieron en un gran partido a los Mulos por 8 carreras a 5. La serie continúa este sábado con Will Warren y Landon Knack como posibles abridores.

Afortunadamente Ryan Yarbrough no vio acción y no tuvo qué hacer ningún tipo de justificación ante sus actuales compañeros en la derrota, pero ese escenario podría darse el domingo, ya que está siendo sopesado por el manager Aaron Boone. Será él o Carlos Rodón quien abra el juego 3.