La salida de Rafael Devers a los Giants liberó una porción importante de la nómina de Boston, y ya hay nombres de peso en carpeta para reforzar el infield en la temporada baja Leer
La salida de Rafael Devers marcó el cierre de una era en Boston. El antesalista dominicano, figura ofensiva de los últimos años, fue transferido a los San Francisco Giants en un acuerdo que permitió a los Red Sox deshacerse de un contrato millonario a largo plazo. Aunque su partida generó reacciones divididas entre la afición, la directiva entiende que era el paso necesario para reorganizar la plantilla y liberar flexibilidad financiera.
Con espacio en la nómina y presión para volver a competir en la División Este, el jefe de operaciones de béisbol, Craig Breslow, trabaja ya con el foco puesto en la próxima agencia libre. La necesidad de sumar poder al lineup sin comprometerse con acuerdos excesivos a largo plazo ha sido parte central del nuevo enfoque del club.
Uno de los nombres que ha comenzado a sonar en los despachos de Boston es el del torpedero Bo Bichette. El jugador de los Toronto Blue Jays no ha tenido su mejor campaña en 2024, pero a sus 27 años sigue siendo considerado un talento con potencial ofensivo y margen de recuperación. Si decide explorar la agencia libre este invierno, podría convertirse en una opción interesante para los Red Sox, especialmente bajo un contrato a corto plazo que le permita revalorizarse.
El perfil de Bichette encaja en lo que busca Breslow: un bateador derecho con capacidad de impacto inmediato y sin un compromiso a largo plazo. En un parque como Fenway, el estilo ofensivo del infielder podría verse potenciado. Además, un contrato «almohada» de uno o dos años podría ser beneficioso tanto para el jugador como para la franquicia.
En el plano deportivo, la presencia de Trevor Story, Alex Bregman y el prospecto Marcelo Mayer podría generar cierta congestión en el infield. Sin embargo, la gerencia está dispuesta a explorar soluciones, como rotaciones por posición o roles de pelotón, con el objetivo de maximizar el rendimiento colectivo sin limitarse por la rigidez de las posiciones.
Lo que sí parece claro es que Boston no apunta a reconstrucción, sino a reconfiguración. El equipo quiere volver a competir a corto plazo, y sumar a un jugador como Bichette podría ser una forma de equilibrar talento, proyección y presupuesto. De concretarse, su llegada podría incluso influir en futuras decisiones sobre el núcleo joven del club.
Con la salida de Devers ya consumada, la atención se centra en los movimientos de Boston en el mercado. La posible incorporación de Bo Bichette representa una apuesta de bajo riesgo con alto potencial de retorno. En un año donde varios equipos buscarán reforzarse agresivamente, los Red Sox no quieren quedarse atrás y podrían sorprender con una estrategia agresiva pero inteligente, diseñada para competir sin hipotecar el futuro.
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