Shohei Ohtani no tiene límites y pega un jonrón decisivo en la remontada de los Dodgers sobre Arizona

El manager de Los Angeles Dodgers, Dave Roberts, jugó al lado Barry Bonds, y fue testigo en primera fila del siete veces Jugador Más Valioso de la Liga Nacional cuando estaba en su máximo esplendor.

Roberts dijo que solo ha visto a un jugador comparable a Bonds: Shohei Ohtani.

Ohtani consolidó su creciente leyenda el viernes por la noche, conectando un jonrón de tres carreras para coronar una novena entrada de seis carreras en la improbable victoria de los Dodgers por 14-11 sobre los Arizona Diamondbacks.

«Entre él y Barry Bonds, son los dos mejores jugadores que he visto», dijo Roberts. «Jugué con Barry, pero lo que Sho hace en momentos decisivos, nunca lo había visto».

Los Dodgers y los Diamondbacks jugaron uno de los partidos más emocionantes de la temporada, combinando 25 carreras, 26 hits, dos ventajas desperdiciadas de al menos tres carreras y siete jonrones.

Todo se redujo a Ohtani.

La estrella japonesa ha demostrado una gran habilidad para brillar en los momentos clave durante sus ocho años de carrera, primero con los Los Angeles Angels y las últimas dos temporadas con los Dodgers.

Ohtani, uno de los dos jugadores que han ganado el MVP en ambas ligas, dos veces en la Liga Americana y una en la Liga Nacional, llegó al plato en la novena entrada después de que los Dodgers remontaran con tres carreras para empatar el marcador a 11.

El relevista Ryan Thompson entró al juego para enfrentar a Ohtani con corredores en primera y segunda.

Thompson se adelantó 1-2 sobre Ohtani, pero dejó una bola rompiente en la esquina interior. Ohtani la aprovechó para enviarla a lo profundo de las gradas del jardín derecho para su duodécimo jonrón de la temporada. Lanzó el bate y levantó los brazos en señal de celebración, de forma similar a lo que hizo Lourdes Gurriel Jr. de Arizona tras un grand slam del empate en la quinta.

«Fue un gran juego», dijo Ohtani. «No es el tipo de partido que jugamos mucho, pero que anotamos tanto, que ellos remontaran, que nosotros volviéramos a remontar… fue muy emotivo.»

Ohtani inauguró la noche alocada con un doble de 423 pies que impactó contra la barda del jardín central, un batazo de 174 km/h que habría salido fuera en la mayoría de los estadios.

Ni siquiera fue el batazo más fuerte de la primera entrada. Ketel Marte, de Arizona, conectó el primero de sus dos jonrones solitarios (velocidad de salida de 113.1), y Eugenio Suárez le siguió con un jonrón de dos carreras.

Los Dodgers entonces tuvieron su turno para batear.

Enrique Hernández conectó un jonrón para abrir la segunda entrada, Ohtani añadió un doblete impulsor y Los Angeles se puso arriba 8-3 tras una tercera entrada de cinco carreras.

Los bates de los Dodgers se quedaron en silencio después de eso, sin hits en las siguientes cuatro entradas, y los Diamondbacks cobraron vida.

Gurriel conectó el séptimo grand slam de su carrera en la quinta entrada, y Arizona se puso arriba 9-8 con una base por bolas con las bases llenas. Los Diamondbacks siguieron bateando, adelantándose 11-8 con jonrones solitarios consecutivos de Marte y el bateador emergente Randal Grichuk en la octava.

Aparentemente en control, Arizona envió a Kevin Ginkel a lanzar la novena, y Freddie Freeman lo recibió con un sencillo; Andy Pages, quien impulsó tres carreras, siguió con un doblete impulsor, Hernández lo igualó y Max Muncy conectó un sencillo productor para empatar el juego a 11.

Ginkel fue retirado tras golpear a Michael Conforto con un lanzamiento, dejando a Thompson para enfrentar a Ohtani con dos en base y un out.

Entonces Ohtani hizo lo que mejor sabe hacer.

«Siempre que ves a Sho en estas situaciones, esperas algo increíble», dijo Muncy. «Rara vez decepciona, y eso no es diferente».