Un nuevo llamado de alerta se encendió en Lorica tras el retiro de cerca de dos toneladas de residuos sólidos del canal de desagüe del barrio Kennedy, el cual desemboca en el caño Chimalito. La intervención fue realizada por trabajadores municipales, quienes extrajeron desde envases plásticos y restos de icopor, hasta objetos de mayor tamaño como colchonetas deterioradas.
La acumulación de desechos en esta estructura de drenaje ha generado serias afectaciones al flujo de agua, lo que representa un riesgo evidente de desbordamientos e inundaciones, especialmente en temporada de lluvias como la que atraviesa actualmente la región.
“Es preocupante ver cómo la falta de compromiso ciudadano termina afectando a toda la comunidad. No podemos seguir permitiendo que los canales se conviertan en basureros a cielo abierto”, señaló el alcalde de la ciudad, quien hizo un llamado a la corresponsabilidad de los habitantes para preservar los espacios comunes.
El mandatario insistió en la necesidad de fomentar una cultura ciudadana que priorice la limpieza y el adecuado manejo de residuos. Según él, la colaboración de los loriqueros es fundamental para evitar futuras emergencias y para avanzar hacia una ciudad más sostenible.
Las autoridades municipales reiteraron que continuarán con los operativos de limpieza, pero advirtieron que estos esfuerzos serán insuficientes si no se logra un cambio en el comportamiento colectivo
