La tarde del Viernes Santo, una fuerte corriente de viento acompañada de lluvia causó serios estragos en la vereda San Antonio, perteneciente al corregimiento de Rabolargo, en el municipio de Cereté, Córdoba. Uno de los casos más críticos fue el de la familia Puche Nisperuza, cuya vivienda quedó completamente sin techo tras el paso del vendaval, dejándolos en la intemperie y sin un lugar seguro donde refugiarse.
El fenómeno natural sorprendió a los residentes de esta comunidad rural, ubicada a tan solo 10 minutos del casco urbano de Cereté. En cuestión de minutos, las ráfagas de viento levantaron láminas de zinc, afectaron estructuras de varias viviendas y causaron temor entre las familias que presenciaron cómo sus hogares eran azotados por la fuerza del viento.
Además de la familia Puche Nisperuza, varias otras casas resultaron con daños parciales en techos y paredes. Los habitantes de la vereda aseguran que no es la primera vez que ocurre un evento de este tipo, pero sí uno de los más destructivos en los últimos años.
Ante esta situación, la comunidad hace un llamado urgente a la administración municipal para que evalúen los daños y brinden ayuda inmediata a las familias damnificadas, muchas de las cuales no tienen los recursos para reparar sus viviendas por cuenta propia.
Mientras tanto, los afectados intentan recuperar lo poco que quedó en pie, esperando que las autoridades respondan con prontitud a esta emergencia que ha dejado a varias familias en condiciones vulnerables.
