Un equipo de científicos en la Universidad Jiao Tong de Shanghái logró un hito en la genética reproductiva al conseguir el nacimiento de ratones a partir de material genético exclusivamente masculino. El procedimiento, basado en la edición de regiones específicas del ADN llamadas ICRs (reguladoras de la expresión génica), permitió desarrollar embriones viables sin necesidad de un óvulo con ADN femenino. Este avance representa un paso significativo hacia la comprensión de la androgénesis, un proceso de reproducción con dos progenitores masculinos, que hasta ahora no había permitido descendencia fértil.
Durante el experimento, los investigadores editaron siete ICRs para evitar que el desbalance genético impidiera el desarrollo embrionario. Luego, implantaron los embriones en ratonas que actuaron como gestantes. Aunque de 259 intentos solo nacieron tres ratones vivos, dos de ellos alcanzaron la adultez y lograron reproducirse de forma natural, algo que nunca se había conseguido en investigaciones previas de este tipo.
Aunque el proceso sigue teniendo una eficiencia baja y está lejos de ser aplicable en humanos, el estudio —publicado en la revista científica PNAS— abre nuevas posibilidades para el tratamiento de infertilidad y el estudio de enfermedades genéticas. Los científicos advierten que aún falta mucho por investigar y que los aspectos éticos, legales y sociales deberán ser profundamente debatidos antes de considerar cualquier extrapolación a la especie humana.
