Tras las inspecciones realizadas por el Ministerio del Trabajo a las tiendas D1, en las que se identificaron presuntas irregularidades laborales, la cadena de supermercados emitió un comunicado durante las últimas horas, en el cual rechaza cualquier incumplimiento. Según la empresa, durante el proceso han mantenido una postura de apertura y colaboración con las autoridades, reiterando que respetan la jornada máxima legal, las normas de seguridad y salud en el trabajo, y que, hasta el momento, no han recibido ninguna notificación formal de cargos en su contra.
El pronunciamiento de D1 llega luego de que el Ministerio revelara preocupaciones por jornadas laborales extensas con pausas insuficientes, la ausencia de sillas para cajeros, y una posible sobrecarga de funciones asignadas al personal. La viceministra Sandra Muñoz calificó estos hallazgos como atentatorios contra la salud de los trabajadores, y anunció medidas inmediatas como la intervención de la ARL y el fortalecimiento de los comités de seguridad en la empresa. También se ordenó la contratación de personal exclusivo para labores de aseo, actualmente asumidas por los trabajadores de caja.
La compañía destacó su papel como uno de los principales generadores de empleo formal en Colombia, con más de 25.000 trabajadores vinculados bajo contrato indefinido. Asimismo, subrayó sus programas de inclusión laboral, formación de jóvenes aprendices del SENA y fomento de la equidad de género. D1 aseguró que valora el diálogo social y mantiene canales abiertos con sus empleados, mientras calificó la inspección —que incluyó más de 400 entrevistas en todo el país— como un ejercicio de control sin precedentes.
