Una repentina tormenta desencadenó una tragedia en el poblado de Dharali, en el distrito de Uttarkashi, cuando un violento deslizamiento de tierra arrasó con construcciones y vidas en cuestión de minutos. La avalancha de lodo, generada por lluvias extremas en la cuenca del río Kheer Gadh, sorprendió a los residentes y turistas alrededor de la 1:45 p.m. hora local, dejando un saldo preliminar de al menos cuatro muertos y más de 50 desaparecidos.
El barro y los escombros descendieron con fuerza devastadora, destruyendo entre 20 y 25 alojamientos, incluidos hoteles y casas de huéspedes, así como parte del mercado local. El impacto fue tan repentino que muchos quedaron atrapados bajo los restos.
Videos grabados por testigos muestran una corriente fangosa y cargada de rocas avanzando a gran velocidad —se estima a 43 km/h—, barriendo todo a su paso en esta zona turística cercana al sagrado sitio de Gangotri Dham.
La emergencia movilizó de inmediato al ejército indio, acompañado por unidades de la Policía de Uttarkashi, el equipo estatal de rescate (SDRF), la Fuerza Nacional de Respuesta a Desastres (NDRF) y la Fuerza de Frontera Indo-Tibetana (ITBP). Hasta el momento, han logrado evacuar a unas 20 personas, aunque las labores de búsqueda siguen complicadas por las persistentes lluvias y caminos obstruidos.
El primer ministro Narendra Modi y el ministro del Interior Amit Shah expresaron sus condolencias a las familias afectadas y garantizaron el despliegue total de recursos federales para atender la emergencia. Las autoridades han emitido una alerta roja para la región, ya que se esperan más lluvias intensas hasta el 10 de agosto, elevando el riesgo de nuevos deslizamientos.
