En un acto conmemorativo del Día Internacional de las Mujeres y las Niñas Afrodescendientes en Cali, la vicepresidenta Francia Márquez reapareció públicamente y, con un discurso cargado de simbolismo y crítica, confirmó su distanciamiento del presidente Gustavo Petro y del rol que ha desempeñado en el Gobierno. Márquez aseguró que ha sido “celebrada, instrumentalizada, desgastada y desechada” desde que asumió su cargo, y cuestionó las narrativas de exclusión que (según ella) persisten en las estructuras de poder.
“Somos útiles para ganar elecciones, pero no para gobernar”, afirmó la también exministra de Igualdad, haciendo un paralelo entre la historia de exclusión de los pueblos afrocolombianos y su experiencia política. Durante su intervención, lamentó el desgaste emocional y político al que se ha visto sometida, y criticó el trato que ha recibido desde la victoria en las urnas hasta hoy. Sus palabras reflejaron una ruptura progresiva con la agenda y el liderazgo del mandatario, especialmente por la falta de apoyo en la implementación de políticas sociales y ambientales.
La distancia entre ambos se habría profundizado tras el primer Consejo de Ministros televisado en febrero de este año, en el que Márquez expuso su preocupación por la crisis de seguridad en el Cauca y la falta de respaldo al Ministerio de Igualdad. Pocas semanas después, fue apartada de esa cartera. El quiebre final se produjo tras la filtración de unos audios que la mencionaban en un supuesto intento de golpe de Estado, situación que, desde entonces, ha coincidido con su ausencia en eventos públicos al lado del presidente y una notoria desconexión con el gabinete.
