En una escalada sin precedentes en Medio Oriente, Irán lanzó este viernes una ofensiva con decenas de misiles contra territorio israelí, en represalia por los ataques previos de Israel contra instalaciones nucleares y líderes militares iraníes. La Guardia Revolucionaria confirmó que los objetivos incluyeron bases aéreas y centros militares. En la operación israelí previa murió el influyente jefe de la Guardia Revolucionaria, Hossein Salami, y también se reportó la muerte del jefe del Estado Mayor iraní, Mohammed Bagheri.
El líder supremo de Irán, ayatolá Ali Jamenei, declaró que “Israel inició una guerra y no saldrá indemne”, y advirtió que la respuesta sería contundente. En paralelo, el ministro de Exteriores iraní rechazó cualquier llamado a la moderación y señaló que la reacción de Teherán se fundamenta en la Carta de la ONU. Mientras tanto, el Ejército israelí reportó que sus sistemas de defensa interceptaron la mayoría de los misiles, aunque reconoció impactos limitados en edificios, especialmente en Tel Aviv.
Al menos 22 personas resultaron heridas, varias de ellas en estado crítico, según informes de hospitales en Israel. Los bomberos trabajan en la evacuación de civiles atrapados en estructuras dañadas por los misiles. El ministro de Defensa israelí, Israel Katz, aseguró que Irán “cruzó líneas rojas” y que el país responderá con firmeza. Aunque EE. UU. no participó directamente en los ataques, el expresidente Donald Trump afirmó que Washington estaba informado de la operación israelí desde el inicio.
