Irma Hernández Cruz, maestra jubilada y taxista de 62 años, fue hallada sin vida en un rancho rural del municipio de Álamo Temapache, Veracruz; México, seis días después de haber sido secuestrada por un grupo armado en pleno centro de la ciudad. Días antes de su asesinato, se difundió un video en el que, esposada y rodeada por hombres encapuchados con armas largas, la mujer lanzó un mensaje presuntamente bajo coacción dirigido a sus colegas del transporte: “Con la Mafia Veracruzana no se juega… paguen su cuota o terminarán como yo”.
La Fiscalía General del Estado confirmó el hallazgo del cuerpo y aseguró que no habrá impunidad, mientras continúa la investigación. El secuestro, ocurrido frente al mercado municipal en una zona donde operan varios sitios de taxi, fue presenciado por testigos que aseguran que los agresores actuaron sin prisa y sin oposición alguna. Irma ya había sido víctima del cobro de piso, una práctica criminal que afecta a transportistas y comerciantes en varias regiones del país. Su caso se suma al de su compañero Jorge Néstor, también taxista, quien fue secuestrado días antes y permanece desaparecido.
El crimen ha vuelto a poner en evidencia la expansión de grupos delictivos como la Mafia Veracruzana, identificada como un brazo del Cártel del Golfo, que opera en el norte del país centroamericano y mantiene una violenta disputa territorial. Organizaciones civiles han señalado que la extorsión se ha convertido en una amenaza sistemática para millones de mexicanos. En respuesta, el Gobierno federal lanzó este mes una estrategia nacional contra la extorsión, con énfasis en estados como Veracruz, donde el crimen organizado actúa con altos niveles de impunidad y control local.
