La comunidad de Palmira, en el Valle del Cauca, se encuentra conmocionada tras confirmarse la muerte de Julieta, una niña de apenas dos años, quien fue víctima colateral de un ataque sicarial ocurrido el pasado fin de semana en el barrio Sembrador. La menor, que se debatía entre la vida y la muerte, falleció este jueves 29 de mayo a causa de la gravedad de sus heridas. El hecho ha desatado una ola de dolor y exigencias de justicia en toda la región.
De acuerdo con las autoridades, el atentado iba dirigido al padre de la menor, quien también resultó herido y continúa bajo observación médica. Ambos fueron trasladados de inmediato a un centro asistencial tras el ataque. Gracias a la rápida reacción de la Policía Nacional, a escasos metros del lugar fue aprehendido el presunto responsable: un adolescente que portaba un revólver calibre 38, con el que habría ejecutado el ataque.
El caso ha despertado una profunda preocupación en Palmira, donde los índices de violencia siguen afectando a la población civil, incluso a los más vulnerables. Líderes comunitarios y ciudadanos han alzado su voz para pedir acciones firmes por parte de las autoridades. Mientras tanto, las redes sociales se han llenado de mensajes de apoyo y dolor hacia la familia de Julieta, cuya muerte se ha convertido en un símbolo de la urgencia por detener la violencia armada en el país.
