Naciones Unidas declaró oficialmente el estado de hambruna en la Franja de Gaza, convirtiéndose en la primera de su tipo en Medio Oriente. La Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria (IPC) confirmó que más de medio millón de personas enfrentan condiciones catalogadas como “catastróficas”, caracterizadas por hambre extrema, indigencia y muertes asociadas. Las zonas más afectadas son el norte de Gaza y la Ciudad de Gaza, donde se concentra la mayor parte de la población vulnerable.
El anuncio llega tras casi dos años de conflicto incesante en la región y advierte que la crisis alimentaria podría agravarse entre mediados de agosto y finales de septiembre de 2025. La ONU responsabilizó a Israel por una “obstrucción sistemática” a la entrada de alimentos y bienes humanitarios, mientras que Israel rechazó los señalamientos, acusando al informe de estar “fabricado a medida” para favorecer a Hamás, grupo que la Unión Europea considera terrorista.
Las agencias humanitarias calificaron esta situación como una tragedia evitable y alertaron sobre el riesgo de expansión de la hambruna hacia el centro y sur de Gaza. Además, el jefe de derechos humanos de la ONU afirmó que las muertes derivadas de esta crisis podrían constituir “un crimen de guerra por asesinato intencionado”. En respuesta, Israel sostiene que el reporte internacional carece de imparcialidad y que las acusaciones se basan en información manipulada.
