La crítica situación del sistema de salud en Colombia volvió a evidenciarse en Montelíbano, Córdoba, donde Jorge Mario Cifuentes Figueroa, paciente crónico con hipertensión y diabetes, decidió encadenarse a una columna dentro de una droguería como forma de protesta contra su EPS, Sanitas. El hombre denunció que, de forma reiterada, no recibe el tratamiento completo que necesita para preservar su vida.
Según su testimonio, la droguería Cohan, encargada de entregar los medicamentos en la zona, suministra solo parte de la fórmula médica o, en algunos casos, no entrega ninguno de los insumos requeridos. La falta de respuesta oportuna por parte de la EPS ha puesto en riesgo su salud y la de otros usuarios en situación similar. “Si no pueden garantizar los medicamentos, que cedan el contrato a quien sí pueda”, exigió con frustración el paciente mientras permanecía encadenado.
Hasta el lugar llegaron representantes de la Personería Municipal y de la Dirección Local de Salud, quienes se comprometieron a gestionar soluciones inmediatas. Este caso visibiliza el drama que enfrentan miles de colombianos en zonas apartadas, donde la falta de acceso oportuno a tratamientos esenciales se convierte, muchas veces, en una amenaza silenciosa y cotidiana.
