Después de seis días de cuidados intensivos y observación médica, falleció en la mañana de este miércoles Sansón, el perro antiexplosivos que evitó una tragedia al detectar un artefacto explosivo en zona rural de Yondó, Antioquia, salvando la vida de 36 militares y varios campesinos del sector.
Sansón, un pastor belga malinois de cinco años, formaba parte del grupo EXDE del Ejército Nacional, especializado en la localización y neutralización de explosivos. Durante una misión de reconocimiento y control territorial, el pasado 10 de julio, el canino sufrió graves heridas tras activar un artefacto mientras realizaba su labor. La detonación le causó la pérdida de una de sus patas.
A pesar de la gravedad de sus lesiones, el animal fue rescatado por su guía, el soldado profesional Carlos Eduardo Beleño González, quien lo sacó de la zona afectada y lo trasladó de inmediato a una clínica veterinaria. Allí, Sansón fue sometido a una cirugía de amputación y permanecía en recuperación.
Una fuente del Ejército reveló que, aunque el accidente marcaba el fin de su carrera operativa, ya se gestionaba la posibilidad de adaptarle una prótesis para mejorar su calidad de vida en el retiro. Sin embargo, su estado de salud se complicó y este miércoles se confirmó su fallecimiento.
Carlos Eduardo, su guía y compañero, compartió que el entrenamiento de Sansón comenzó cuando el perro tenía tres años, y desde entonces lo acompañó fielmente en numerosas misiones.
Sansón no solo será recordado por su valentía y profesionalismo, sino por el impacto humano que dejó entre quienes conocieron su servicio. El Ejército prepara un homenaje póstumo para honrar su memoria.
