El equipo de El Bronx ha ‘derogado’ la famosa restricción de Steinbrenner, pero vaya que ésta dejó anécdotas Leer
La famosa ‘regla de la barba’ que reinaba entre muchas otras políticas que los New York Yankees establecieron hace ya muchos años, hoy por fin ha quedado atrás, y como es tiempo de adaptación no son pocos los que han visto en perspectiva lo que significó para la novena de El Bronx y sus jugadores el seguimiento puntual de este ‘requerimiento‘ impuesto por George Steinbrenner.
De hecho, es tan famosa la regla de quien fuera dueño de los Yankees desde 1973 hasta su muerte en 2010, que la popular serie animada de televisión The Simpsons hizo alusión a ella en el capítulo de la tercera temporada en el que el personaje de Montgomery Burns recluta a grandes figuras de las Ligas Mayores para conformar el equipo de softball de la planta nuclear de Springfield.
En él, en repetidas ocasiones ‘Monty’ le ordena a Don Mattingly «¡Córtese esas patillas!», a lo que el jugador reacciona cortándose casi todo el cabello. Pues bien, Mattingly fue realmente obligado por la regla de Steinbrenner a cortarse su larga melena desde su primera temporada con los Mulos en 1982, aunque nunca se quitó el bigote.
Una anécdota igual de hilarante, pero sin tanto cabello de por medio contó recientemente el gran Alex Rodríguez en un capítulo de Bloomberg Originals con Johnny Damon, en el que recordaron esta regla que tenía que ver más con el concepto de ‘ser un Yankee’ de Steinbrenner, que con algún asunto de higiene u obsesión por el vello facial.
Mientras Damon recordaba su sesión de afeitado forzado luego de aterrizar en Manhattan procedente de los Boston Red Sox, A-Rod hacía lo propio contando que él siempre se quiso dejar la barba y ha luchado 30 años para que suceda, pero jamás le ha salido, por lo que para él nunca fue un gran problema cumplir con la regla de Steinbrenner: «He estado tratando de dejarme crecer la barba durante 30 años y no puedo. Así que no tengo otra opción«, dijo entre risas.
Hoy la realidad es otra, la regla ha sido ‘derogada’ y los Yankees tienen que preocuparse por cosas más importantes que el simple vello facial o el cabello de sus jugadores, mientras que el análisis de las reticencias que alguna vez también hubo, entra ya en el terreno de la anécdota, y vaya que dan para muchas historias como las que contaron Damon y A-Rod.
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