El pelotero sigue padeciendo los reclamos de un sector de su afición, a pesar de ser un Yankee de pura cepa Leer
Cuando se habla de Aaron Judge, se está en presencia de un pelotero de época, un dechado de virtudes que además de romper récords ha sabido ser parte de lo que significa ser un Yankee de pura cepa, pero nada de eso ha sido suficiente para algunos que siguen irrespetando a la figura del nacido en Sacramento, California, sólo por no ganar la Serie Mundial.
Poco ha importado que Judge sea un MVP de manera unánime en la Liga Americana, algo que sólo había logrado Mickey Mantle en 1956, por lo que tanta falta de reconocimiento se siente además de injusta, totalmente carente de sustento y por tanto, personal e irracional. A Judge se le ha juzgado y se le seguirá juzgando injustamente por el error, por el ‘pecado mortal’ que fue dejar caer esa pelota en la Serie Mundial ante los Dodgers.
Sin embargo, son muchos también los que sí reconocen el peso y el legado de Judge para los Yankees y una afirmación como la siguiente no debe ser tomada a la ligera: «Los Yankees han sido una marca tan grande en los últimos 100 años… y él es el mejor jugador que ha vestido el uniforme desde Mickey Mantle«.
El autor de esta defensa es el periodista de WFAN, Chris McMonigle, quien está convencido de que las comparaciones que frecuentemente se hacen de Judge con otros de los Mets son totalmente absurdas, y que a un jugador como él no se le puede juzgar por los fracasos de los Mulos en la postemporada.
La defensa de Judge por McMonigle no paró allí: «Judge es el jugador premium de este lado de Ohtani, que hace ambas cosas. Como Ohtani no lanzó el año pasado, Judge es el mejor jugador del juego, sin lugar a dudas, pero será recordado por esa pelota caída (ante los Dodgers) hasta que gane el trofeo en el Clásico de Otoño (…) es el mejor bateador de esta generación, y no será recordado, ni tan querido como Derek Jeter, a pesar de que es un jugador mucho mejor«, concluyó.
La mejora constante es el principal argumento de Judge, además de su innegable espíritu Yankee, algo que justifica además con títulos como el MVP, o con los 62 palos de vuelta entera la temporada del 2022 que le dieron el récord de más jonrones de un jugador de la Liga Americana. Eso, aunado a su temple y consistencia al vestir con orgullo la franela de los Yankees debería ser motivo de admiración y no de constantes descalificaciones para un emblema de El Bronx.
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