África, tal como la conocemos hoy, no será la misma dentro de millones de años. Investigadores han revelado nuevos hallazgos sobre un impresionante proceso geológico que está ocurriendo en el corazón del continente africano: el continente se está dividiendo en bloques tectónicos más pequeños a lo largo del llamado Sistema del Rift de África Oriental, una enorme grieta geológica que se extiende desde Etiopía hasta Mozambique y que también afecta a Madagascar.
Este fenómeno, conocido como rifting, se produce por el constante movimiento de las placas tectónicas de la Tierra. Aunque estos cambios ocurren muy lentamente —a razón de milímetros por año— su impacto a largo plazo será monumental. Según el estudio publicado en la revista Geology, la separación de África podría dar lugar, en un futuro muy lejano, a la formación de un nuevo océano entre las actuales regiones de Etiopía, Kenia y Tanzania.
Sí, un océano donde hoy solo hay tierra. Y nuevas islas donde ahora hay sabana y montañas.
El proceso no es nuevo: el Rift ha estado activo por millones de años, pero los expertos señalan que la reciente actividad tectónica y volcánica está acelerando ciertos patrones. El resultado será una transformación completa de la configuración geográfica del continente y del Océano Índico.
Aunque este cambio tomará millones de años, es un recordatorio poderoso de que nuestro planeta está en constante movimiento. La Tierra respira, se transforma desde lo profundo, y cada grieta que se forma nos habla de su vida interna.
Imagina, dentro de millones de años, arqueólogos o habitantes del futuro descubriendo mapas antiguos que mostraban una sola África… y preguntándose cuándo comenzó la división.
