El Aguardiente Amarillo de Manzanares llega a Antioquia y amenaza el reinado del local
El Aguardiente Amarillo de Manzanares, uno de los tragos que más fuerza ha tomado en los últimos años en Colombia, finalmente aterriza en Antioquia, el mercado más grande de aguardiente del país.
Su entrada no es menor: viene con el respaldo de un fallo de la Corte Constitucional que abre las puertas a una competencia real con los tradicionales Aguardiente Antioqueño y Real.
La Industria Licorera de Caldas (ILC) recibió el aval para comercializar durante los próximos 10 años sus dos marcas insignia en territorio antioqueño: el ya famoso Aguardiente Amarillo de Manzanares y el clásico Aguardiente Cristal. La decisión se dio tras la declaración de inconstitucionalidad del artículo 28 de la Ley 1816 de 2016, el cual facultaba a los gobernadores para cerrar sus fronteras a licores de otros departamentos.
Con esta movida, Antioquia se convierte en el tercer departamento en permitir la entrada del Aguardiente Amarillo, luego de Nariño y Caquetá, y marca un giro histórico en la industria licorera del país.
Este aguardiente caldense, conocido por su sabor más suave y su presentación moderna, viene ganando terreno entre los consumidores jóvenes y exigentes, y su arribo podría redefinir la competencia en las estanterías, amenazando con desbancar a los favoritos locales.
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