La cantante Ana del Castillo ha denunciado públicamente haber recibido amenazas de muerte tras la cancelación de un concierto programado para el 1° de marzo en Valencia, Córdoba, lo que desató una polémica que ha dividido opiniones en las redes sociales.
En un video compartido en sus redes sociales el 3 de marzo, la artista explicó que el incumplimiento de su presentación se debió a problemas logísticos fuera de su control. Según Ana del Castillo, después de su participación en dos conciertos en Barranquilla durante el Carnaval, su equipo de trabajo se dirigía hacia Valencia cuando el bus en el que viajaban sufrió una avería cerca de las 11:00 p.m. La cantante afirmó que, a pesar de haber informado a la empresaria organizadora, identificada como Berenice, y haberle solicitado ayuda, no recibieron ninguna asistencia.
«Le mandamos la ubicación a la señora Berenice, le pedimos ayuda, que tuviera piedad de nosotros, pero no nos dio una solución. Además, nos amenazó de muerte a mí y a mi equipo», declaró la cantante, visiblemente molesta. La situación empeoró cuando, a pesar de conseguir otro autobús hacia las 2:00 a.m., Ana del Castillo y su equipo llegaron a Valencia entre las 6:00 y 7:00 a.m., momento en el que la organizadora les informó que ya no serían bien recibidos.
Asimismo, la artista desmintió las acusaciones que circularon en redes sociales, donde se le señaló de no asistir al evento debido a presuntos problemas con el alcohol o sustancias psicoactivas. «Es una falta de respeto que se metan conmigo y me hagan quedar mal», expresó Ana del Castillo, aclarando que la situación fue completamente ajena a cualquier tipo de conducta irresponsable.
Como respuesta, la cantante ofreció realizar una presentación gratuita en Valencia para resarcir el inconveniente, pero aseguró que la empresaria continuó con las amenazas. «Voy a llegar hasta las últimas consecuencias», afirmó Ana del Castillo, quien adelantó que tomará acciones legales para defender su imagen y reputación.
El conflicto ha generado una gran reacción en las redes sociales, donde los seguidores de la cantante se han manifestado en apoyo a su versión de los hechos, mientras que otros cuestionan la situación y exigen una mayor claridad sobre lo sucedido. La controversia sigue abierta, a la espera de posibles acciones legales de ambas partes.
