La Justicia argentina decidió este jueves anular el juicio que se adelantaba contra siete profesionales de la salud, acusados de homicidio por la muerte del exfutbolista Diego Armando Maradona, luego de que una de las juezas del tribunal fuera recusada por su participación en un documental no autorizado sobre el caso.
La resolución fue anunciada por el magistrado Maximiliano Savarino en el tribunal de San Isidro, en las afueras de Buenos Aires, donde se desarrollaban las audiencias desde el pasado 11 de marzo. “Habiendo sido oídas todas las partes, se da a conocer la resolución del tribunal, que es la nulidad del juicio”, afirmó el juez ante los presentes.
La decisión implica la anulación de las 20 audiencias ya realizadas, en las que más de 40 testigos habían prestado declaración, incluidas tres de las hijas de Maradona. También se presentaron múltiples pruebas vinculadas a la atención médica que recibió el exfutbolista antes de su muerte, ocurrida el 25 de noviembre de 2020.
La polémica se desató esta semana cuando se reveló que la jueza Julieta Makintach había participado en la grabación de una serie documental sobre el proceso judicial, que fue filmada parcialmente dentro del tribunal y sin el consentimiento de las partes involucradas. Tras la divulgación de imágenes y fragmentos del guion en una audiencia el martes, Makintach fue recusada y presentó su renuncia al tribunal.
Ante esta situación, la fiscalía, los denunciantes y la mayoría de las defensas solicitaron la designación de un nuevo tribunal colegiado, compuesto por tres jueces, para reiniciar el proceso desde cero. La solicitud fue aceptada este jueves.
Hasta el momento no hay una nueva fecha para el inicio del juicio, ya que será necesario realizar un sorteo para conformar el nuevo tribunal. Fuentes del caso indicaron a la agencia AFP que las partes aún pueden apelar la anulación, aunque consideran poco probable que el juicio pueda retomarse este mismo año.
El proceso busca esclarecer si la muerte de Maradona fue producto de una negligencia médica que podría configurar un homicidio con dolo eventual por parte del equipo que lo atendía mientras se recuperaba de una operación por un hematoma subdural.
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