Las protestas del sector arrocero en el país continuarán, luego de que una reunión entre representantes del gremio y la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Económico del departamento no lograra acuerdos suficientes para frenar las movilizaciones. Los productores insisten en que la crisis que enfrentan es insostenible y que las soluciones planteadas hasta el momento no responden a las necesidades estructurales del sector.
En este contexto, la ministra de Agricultura, Martha Carvajalino, compareció este martes ante la Comisión Quinta de la Cámara de Representantes en un debate de control político, donde presentó las medidas que el Gobierno ha propuesto para atender las demandas de los arroceros.
Infraestructura y financiación, ejes de la estrategia oficial
Durante su intervención, Carvajalino enfatizó en la necesidad de mejorar la infraestructura de secado y almacenamiento del grano, especialmente para los pequeños y medianos productores.
“Queremos que el arroz sea competitivo. La infraestructura de secado y almacenamiento tiene que llegar a pequeños y medianos productores. Tenemos varias rutas de crédito asociativo que permitirán ampliar esta capacidad y regular el precio, que no puede ser fijado por el Gobierno”, explicó la ministra.
Para este propósito, el Gobierno ha anunciado una inversión inicial de $10.000 millones, con la posibilidad de ampliar los recursos hasta $15.000 millones tras un estudio técnico en curso. Adicionalmente, se está solicitando al Fondo de Fomento del Arroz, administrado por Fedearroz, que aporte $5.000 millones más para completar los $20.000 millones que el gremio exige en la mesa de negociación.
Protestas continúan y la mesa de diálogo sigue abierta
A pesar de estas propuestas, los arroceros han decidido mantener las movilizaciones, argumentando que las medidas no son suficientes para resolver los problemas estructurales del sector.
La mesa de negociación continuará a las 2:00 p. m., y se espera que, de no lograrse avances significativos, las protestas se intensifiquen en los próximos días. La situación sigue siendo tensa, mientras el Gobierno y los productores buscan una salida que permita estabilizar el sector y garantizar su competitividad a largo plazo.
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