El infielder boricua vuelve a Nueva York con los Astros, en medio de un ambiente aún marcado por el escándalo de robo de señales Leer
Carlos Correa, uno de los rostros más reconocidos del escándalo de robo de señales que marcó a los Houston Astros en 2017, regresará este viernes al Yankee Stadium para enfrentar a una afición que seguramente está lista para una ‘cálida’ bienvenida.
El infielder boricua regresará de visita al equipo que lo vio crecer, sabiendo que el ambiente no será precisamente hospitalario.
El puertorriqueño de 30 años fue traspasado nuevamente a los Astros durante el cierre del mercado de 2025, procedente de los Minnesota Twins, quienes se deshicieron de su contrato como parte de un esfuerzo por reducir su nómina.
Ahora, Correa se alista para enfrentar a uno de los equipos más afectados por aquel polémico campeonato: los New York Yankees, rivales directos en la Liga Americana y víctimas de Houston en los playoffs de ese año.
Correa ha sido blanco de abucheos constantes cada vez que pisa Nueva York desde que el escándalo salió a la luz en 2019, cuando el exlanzador Mike Fiers expuso el sistema de señales con golpes en botes de basura usado por los Astros.
Y aunque ya han pasado varias temporadas desde este escándalo, la afición de los Yankees no olvida fácilmente.
En 2023, Correa jugó en el Yankee Stadium como parte de los Twins y fue recibido con fuertes abucheos, además de bromas visuales como aficionados golpeando botes de basura en las gradas. Sin embargo, lejos de molestarse, el jugador expresó:
«Incluso si me abuchean, incluso si dicen lo que digan, para mí, me encanta. Es la atmósfera que quiero en cada juego», comentó Correa en aquella ocasión.
Ese día, Correa respondió dentro del campo con un doble impulsador en la octava entrada que selló la victoria para los Twins, dejando a los fans sin celebración.
Correa firmó un contrato de seis años y $200 millones con Minnesota en la temporada baja de 2022, tras rechazar ofertas de equipos como los Yankees y romper a último momento un acuerdo con los San Francisco Giants.
Sin embargo, más allá de algunos destellos, su paso por los Twins fue discreto: en 2025, registró una línea ofensiva de .267/.319/.386 con apenas siete jonrones en 93 juegos.
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