Una hazaña científica y ambiental sin precedentes fue protagonizada por el divulgador colombiano Faber Burgos y un equipo interdisciplinario conformado por estudiantes, docentes y empresarios nacionales. El grupo consiguió un récord Guinness tras lograr el lanzamiento de bombas de semillas a la mayor altitud jamás registrada: 35.175 metros sobre el nivel del mar. La proeza, que une innovación, sostenibilidad y tecnología, fue certificada oficialmente por la organización Guinness el pasado 30 de julio.
La misión, bautizada como Kumanday, fue ejecutada el 30 de mayo de 2025 desde la vereda El Toro, en Puerto López, Meta. Utilizando un globo meteorológico de gran altitud, se elevó una sonda con sistema automatizado capaz de dispersar más de mil esferas de arcilla cargadas con semillas nativas como el cañafístol llanero, la lluvia de oro y el gualanday. La dispersión inició a 28.700 metros, gracias a la presión atmosférica y al movimiento natural del globo, permitiendo una liberación progresiva y controlada durante su descenso.
Además del objetivo ecológico, el proyecto incluyó desarrollos tecnológicos avanzados como una tarjeta de telemetría de fabricación nacional que monitoreó en tiempo real variables como altitud, temperatura y presión. La recuperación del dispositivo fue compleja debido a las condiciones climáticas, pero contó con el apoyo logístico de la alcaldía local. Faber Burgos celebró la validación del récord afirmando que estas son “las únicas bombas que deberían tocar el suelo: esferas de arcilla cargadas con vida”.
