En medio del dolor y la incertidumbre, Orlando Canro, padre de Vivían Andrea Martínez, llegó a Bogotá con una bolsa negra entre sus manos. En su interior, lleva la ropa impregnada de un olor extraño que según él podría contener las claves para esclarecer la misteriosa muerte de su hija, su yerno y su nieto, ocurrida en una habitación de hotel en San Andrés.
“Para mí, esta es la evidencia”, expresó entre lágrimas al llegar a la capital y ser abordado por Noticias Caracol. El hombre viajó con su familia a la isla para celebrar el Día del Padre, pero regresó con tres ataúdes y una bolsa que representa su única esperanza para entender qué sucedió en la habitación donde encontró sin vida a sus seres queridos.
Los hechos ocurrieron el fin de semana, cuando Orlando subió con dos tintos para compartir con su hija y su familia. Al no obtener respuesta, pidió una llave en recepción y abrió la puerta: encontró a su hija en el suelo, y a su yerno e hijo sobre la cama, “como dormiditos”, recordó con profunda tristeza. “La escena fue macabra”, añadió.
Según su relato, el hotel habría realizado fumigaciones días antes, pero nunca informó a los huéspedes. Aunque las autoridades preliminarmente manejan la hipótesis de intoxicación, Orlando sostiene que algo más ocurrió en esa habitación. Por ello, pide a la Fiscalía analizar la ropa de las víctimas, que guardó cuidadosamente, convencido de que el olor que percibió podría ayudar a esclarecer la causa real del deceso.
Los cuerpos de Vivían Andrea Martínez, su esposo y su pequeño hijo llegaron a Bogotá hacia las 10:00 p.m. del martes, donde este miércoles se realizarán las honras fúnebres. Mientras tanto, las autoridades continúan con la investigación, y el padre clama porque se llegue al fondo de la verdad.
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