Una operación militar de alto impacto dejó ocho presuntos integrantes del Clan del Golfo abatidos y dos más capturados este Martes 8 de abril en el Bajo Cauca antioqueño, en medio de los esfuerzos del Ejército Nacional por recuperar el control territorial en una de las zonas más golpeadas por la violencia armada en Colombia.
Los enfrentamientos se registraron en zona rural de los municipios de Cáceres y Tarazá, donde tropas de la Brigada 11 del Ejército Nacional se enfrentaron a miembros de la subestructura Julio César Vargas, una de las facciones del Clan del Golfo con fuerte presencia en esta región estratégica del norte de Antioquia.
Además de las bajas y las capturas, las autoridades reportaron la incautación de abundante material de guerra e intendencia, utilizado por este grupo armado organizado para mantener su accionar delictivo en el territorio.
Objetivo: recuperar el control del territorio
La ofensiva militar —que continúa en desarrollo— hace parte de una estrategia para estabilizar el territorio y reforzar la seguridad de la población civil, históricamente afectada por los enfrentamientos entre estructuras ilegales que se disputan el control de rutas del narcotráfico y otras economías ilícitas.
La Séptima División del Ejército Nacional mantiene presencia en la zona, especialmente en los límites de Cáceres y Tarazá, sectores clave que los grupos armados organizados buscan controlar por su valor geoestratégico como corredores hacia el Caribe y el centro del país.
“La operación sigue en curso. El objetivo es garantizar condiciones de seguridad y neutralizar cualquier intento de reorganización criminal en esta región”, indicaron fuentes militares.
La situación en el Bajo Cauca sigue siendo delicada, y aunque este golpe representa un avance significativo en la lucha contra el Clan del Golfo, las autoridades advierten que se requiere de un esfuerzo sostenido y coordinado para lograr una paz duradera en esta región del país.
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