Días después del atentado que sacudió el barrio Villacolombia, sus habitantes intentan levantarse entre el miedo, los escombros y la incertidumbre, mientras llaman a la solidaridad y reclaman mayor presencia de la fuerza pública.
El barrio, uno de los más tradicionales de Cali, amaneció este sábado con calles marcadas por la destrucción: ventanas rotas, locales comerciales dañados y viviendas afectadas por la onda explosiva. “Estamos con mucho temor”, afirmó John Tobar, habitante y líder comunitario, quien recordó la confusión de la noche del ataque: nadie sabía si se trataba de un accidente o de un hecho criminal.
Aunque han llegado campañas de apoyo de la administración local y de la comunidad, la sensación de inseguridad persiste. Tobar aseguró que, antes del atentado, la cercanía con la base aérea les brindaba cierta seguridad, pero ahora la confianza se ha visto seriamente afectada.
El impacto del atentado afectó principalmente a pequeños comercios, desde tiendas de barrio hasta supermercados y restaurantes, que enfrentan pérdidas significativas. La Junta de Acción Comunal del barrio ha organizado reuniones para coordinar la recuperación, mientras que la alcaldía ha convocado jornadas de apoyo, incluida una procesión simbólica desde la iglesia San Pío X hasta el lugar de la explosión.
El daño emocional también se hace evidente, especialmente entre los niños del sector, quienes presenciaron el momento de la detonación. Tobar destacó la importancia de las brigadas psicosociales que ya comenzaron a atender a los vecinos.
Tras el atentado, la presencia de la fuerza pública ha aumentado, pero los habitantes consideran que aún no es suficiente. “Necesitamos más pie de fuerza, no podemos confiarnos otra vez”, señaló Tobar.
El ataque reabrió además un debate sobre la permanencia de la base aérea en medio de la ciudad. Algunos vecinos consideran que su ubicación convierte a la zona en un blanco constante y limita el desarrollo urbano, mientras que otros respaldan la presencia de la Fuerza Aérea como elemento de seguridad.
Entre la fe, la solidaridad y la resiliencia, los vecinos de Villacolombia buscan reconstruir su vida cotidiana y recuperar la tranquilidad perdida, con la esperanza de que hechos como este no se repitan.
¿Le resultó útil este artículo?
