La instalación del nuevo periodo legislativo en el Congreso de la República estuvo marcada por momentos de alta tensión. El presidente Gustavo Petro denunció haber sido objeto de ataques verbales por parte de congresistas de oposición mientras presentaba el balance de su gobierno.
“Fui al Congreso con ciencia y datos y me respondieron con insultos, grosería y brutalidad”, afirmó el mandatario Petro a través de su cuenta en X, al referirse al ambiente hostil que se vivió durante su intervención.
Las reacciones se intensificaron cuando el presidente aseguró que “se está acabando la guerra entre el Estado y la insurgencia”, apoyándose en una reducción del 60 % en las muertes de miembros de la Fuerza Pública. En ese momento, fue interrumpido por gritos como “¡mentiroso!” desde las bancadas opositoras.
Uno de los momentos más polémicos vino por parte de la representante a la Cámara Lina Garrido, quien inició su discurso recordando que votó por Petro en 2022, pero lo acusó de haber traicionado a sus electores.
“Lo hicimos porque estábamos cansados de promesas incumplidas. Le dimos la oportunidad a usted (…) y hoy, tres años después, no hay nada que mostrar”, dijo la congresista.
Garrido también lanzó duras críticas por el trato del mandatario hacia la vicepresidenta Francia Márquez, acusándolo de haberla instrumentalizado políticamente. “Usted se disfrazó de feminista, ambientalista, pacifista (…) Solo le faltó cambiarse el color de piel para ser negro”, afirmó.
Asimismo, cuestionó el discurso feminista del Gobierno, señalando nombramientos de funcionarios acusados de agresión. “Lo incluyo a usted, Armando Benedetti”, puntualizó, mostrando un pañuelo verde “sucio y pisoteado” como símbolo del feminismo traicionado.
El episodio refleja las fuertes divisiones políticas en el país y la tensión creciente entre el Ejecutivo y sectores del Congreso, justo cuando se inicia una nueva legislatura clave para el futuro de varias reformas del Gobierno.
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