Las palabras presidenciales generaron inmediatas reacciones entre los congresistas.
Una nueva crisis institucional parece gestarse en Colombia tras las declaraciones del presidente Gustavo Petro, quien advirtió sobre graves consecuencias si el Congreso decide archivar uno de sus proyectos bandera.
“Si la Comisión VII hunde las reformas que necesitan los trabajadores y el pueblo de Colombia, habrá una ruptura entre el Congreso y el gobierno. Espero que no cometan tamaña irresponsabilidad con Colombia”, expresó el mandatario, utilizando un lenguaje que muchos legisladores interpretaron como una amenaza directa a la independencia del poder legislativo.
Las palabras presidenciales generaron inmediatas reacciones entre los congresistas. La representante Katherine Miranda respondió con firmeza: “Presidente, no es ruptura, es división de poderes”, subrayando el principio constitucional que establece la autonomía entre las ramas del poder público.
Por su parte, el senador Ernesto Macías elevó el tono de la confrontación: “Ponga las cosas en el terreno que busca y enfrente las consecuencias. La separación de poderes se respeta. Usted es un accidente transitorio y está sometido a la Constitución. La corrupción, los abusos de poder y el desgobierno lo debilitaron ante el pueblo”.
La tensión surge después de que ocho de los catorce senadores integrantes de la Comisión Séptima radicaran una ponencia negativa solicitando el archivo del Proyecto de Ley 311 de 2024 Senado, conocido como Reforma Laboral, argumentando razones técnicas y de inconveniencia para el país.
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