Durante años, Sielva María Salcedo Bohórquez vivió entre certezas íntimas y silencios legales. Desde su infancia en Maracaibo, Venezuela, tenía la convicción de ser hija del icónico cantante vallenato Diomedes Díaz, aunque no fue sino hasta después de la muerte del artista, en diciembre de 2013, que su historia tomó un giro decisivo.
Más de una década después, Sielva logró que su lucha rindiera frutos. Hoy, legalmente reconocida, forma parte de la famosa Dinastía Díaz. A través de un emotivo testimonio en redes sociales, narró las dificultades emocionales, legales y económicas que enfrentó para obtener el apellido de su padre, quien reconoció oficialmente a más de 20 hijos en vida.
La posibilidad de comprobar su vínculo surgió tras el fallecimiento del ‘Cacique de La Junta’, cuando los 18 hijos reconocidos acordaron que todo aquel que sospechara ser descendiente debía someterse a una prueba de ADN. Para Sielva, radicada en Venezuela y con escasos recursos, esto implicó superar numerosos obstáculos, incluyendo recolectas familiares para costear el examen y los gastos de traslado.
El proceso de verificación fue riguroso. La prueba genética se realizó en presencia de varios de los hijos reconocidos, como Elder Dayán Díaz y María Alexandra Díaz, utilizando muestras biológicas extraídas del cuerpo de Diomedes Díaz tras su muerte. Durante meses, Sielva vivió la angustia de esperar los resultados, temiendo ser rechazada.
Finalmente, la noticia que cambió su vida llegó: el examen de ADN confirmó con un 99,9 % de certeza que era hija del legendario cantante. “Después del nacimiento de mi hija, este ha sido el momento más feliz de mi vida”, expresó Sielva, quien hoy lleva orgullosamente el apellido Díaz y cierra así un largo capítulo de incertidumbre.
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