Los Angeles se rinde a los pies de Fernando Valenzuela con muchos murales en su honor

La muerte de Fernando Valenzuela dejó un enorme hueco en la afición, latina y estadounidense, en Los Angeles, por lo que los Dodgers le van a dedicar la Serie Mundial al pitcher mexicano que les dejó 173 victorias y la famosa Fernandomanía en 1981 con un trabajo monticular espectacular y un crecimiento gigantesco entre los fanáticos.

La ciudad de Los Angeles se prepara para albergar el Juego 1 de la Serie Mundial contra los Yankees, y además de dedicarle el Clásico de Otoño a la leyenda Valenzuela, también los artistas locales aprovecharon para rendirle un tributo local a una persona que fue responsable del crecimiento de una afición que no iba mucho al Dodger Stadium en los 80.

En el área de Boyle Heights, Robert Vargas empezó un trabajo en el costado de un edificio de apartamentos y espera terminar su obra para el viernes 1 de noviembre, fecha en que el inolvidable Toro tendría su cumpleaños número 64 y ahí los Dodgers podrían ya estar celebrando como campeones de MLB.

Será una fecha muy emotiva, porque también es la celebración del Día de Muertos y posiblemente se tenga el sexto juego de la Serie Mundial entre Los Ángeles Dodgers y los Yankees de Nueva York, aunque ya podría estar definido el campeonato de MLB.

«Será un espacio de duelo, de sanación y de celebración», expresó Vargas, quien también ha pintado otros murales de gran escala en Los Ángeles, como uno de Shohei Ohtani en el barrio japonés de la ciudad.

La importancia de Valenzuela mientras fue pitcher es innegable, pero una vez que se retiró, pasó los últimos 22 años como parte del equipo de comentaristas en español de los Dodgers, y sus palabras siempre tenían mucha veracidad y objetividad.

«Una parte de mí murió anoche», dijo este miércoles Richard Santillán, profesor jubilado e historiador del béisbol que colaboró en escribir un libro sobre los locutores de beisbol en español.

Fernando Valenzuela le cambió la cara a Los Angeles, California, y su muerte a días de la Serie Mundial y contra los Yankees, novena ante la cual brilló el Toro en 1981, dejó a la afición con un gran dolor y se nota en todos lados.