Un lío de tráfico inesperado deja a Dodgers varados en camino al primer desfile desde 1988 Leer
En un giro del destino que sólo Los Ángeles podía ofrecer, el tan esperado desfile de la Serie Mundial de los Dodgers se topó con un obstáculo inesperado incluso antes de comenzar.
El autobús del equipo que transportaba a estrellas como Freddie Freeman, Mookie Betts y el favorito para MVP de la Liga Nacional, Shohei Ohtani, se encontró atrapado en el notorio tráfico de Los Ángeles, justo cuando miles de fanáticos se instalaban en las calles con la esperanza de vislumbrar a sus héroes del beisbol.
Se suponía que sería una celebración perfecta, en honor a la reciente victoria por el campeonato de los Dodgers sobre los New York Yankees, coronada por una remontada histórica en el Juego 5. Pero incluso cuando la multitud aumentó a más de 100 mil personas a lo largo de la ruta del centro, el equipo de los Dodgers quedó atrapado en el tráfico, retrasando el inicio de su propio desfile.
«Es un poco irónico», admitió Mookie Betts, «ganar el campeonato y luego llegar tarde a nuestra fiesta debido al tráfico».
La celebración marca el primer desfile de campeonato propiamente dicho de los Dodgers desde 1988. Aunque el equipo ganó la Serie Mundial en 2020, las restricciones de Covid-19 impidieron que los fanáticos experimentaran un desfile de victoria completo.
El desfile de este año, que comenzó en Gloria Molina Grand Park y culminará frente al Dodger Stadium iba a ser histórico, y quizás un poco más largo de lo esperado.
Sin inmutarse por el tráfico o los retrasos, los fanáticos llegaron en masa, muchos de ellos vestidos con el azul de los Dodgers y portando carteles que celebraban el octavo título de las Grandes Ligas del equipo.
«He estado aquí desde el amanecer», dijo Héctor Ruiz, un fanático de los Dodgers de toda la vida. «Me perdí el desfile de 2020, así que de ninguna manera iba a perderme este, incluso si están atrapados en el tráfico».
Mientras la fanaticada esperaba, surgió un inesperado sentido de comunidad. Los grupos aplaudieron juntos, compartiendo historias de sus jugadas favoritas, el Grand Slam de Freeman en el Juego 1, y la impresionante remontada del Juego 5 que les dio el gallardete.
Se espera que el desfile dure 45 minutos, siguiendo una ruta por el centro de Los Ángeles, pero los funcionarios de la ciudad se habían preparado para grandes multitudes y advirtieron a los fanáticos que esperaran algunos retrasos.
La alcaldesa Karen Bass, quien iba a pronunciar el discurso de apertura, dijo que la ciudad estaba «encantada de honrar a los Dodgers», pero añadió con una sonrisa: «tal vez la próxima vez consideremos un paseo en helicóptero».
En una ciudad donde el tráfico es legendario, parece apropiado que incluso un desfile de la Serie Mundial no sea inmune a algunos retrasos al estilo de Los Ángeles.
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